¡BUENAS TARDES...Y BIENVENIDO JUNIO!
Estamos en plenos exámenes y con este calor lo único que apetece es playa y piscina, pero a ratos la única luz que nos da es la de las luces de la biblioteca, que por el otro lado, a veces, parece el Polo Norte...
Hoy os traigo una nueva propuesta para trabajar de forma diferente la memoria a corto plazo, a través de un diario. Sí, un diario de los de toda la vida, de los de "Querido diario...". Cuando era pequeña, con siete u ocho años, no más, empecé a escribir uno. Está claro que no era una escritura demasiada elaborada y que mi vida no era tampoco demasiado interesante, pero el caso es que cada día me sentaba delante de mi diario y le hacía un resumen de lo que había hecho durante la jornada. El caso es que nadie me obligó a hacerlo, supongo que lo vi en alguna serie y lo copié, pero el caso es que hasta aproximadamente los diecisiete años continué escribiendo diarios (a rachas, todo hay que decirlo).
Para mí eran una forma de evadirme, y de contarle a "alguien" mis devaneos y mis rencillas con mis amigos. Más tarde se convirtieron en las noches de risas con mi mejor amiga, Lorena, leyendo lo que para entonces eran tonterías.
Como ya os comenté, casi todas las tardes doy clases particulares, y una de las dificultades que tiene mi alumna es que no recuerda (o no quiere recordar) lo que hace durante el día. El otro día se me encendió la bombilla y se me ocurrió explicarle el funcionamiento de un diario y la verdad es que le llamó muchísimo la atención.
Lo fácil habría sido comprarle una pequeña libreta, o un diario de cualquier tienda, pero yo necesitaba que ella lo viera como propio y no tirara la toalla a las primeras de cambio, así que ayer estuvimos haciendo uno paso por paso, como podéis ver en las imágenes:
Sí queréis hacer uno igual, sacamos la idea de este vídeo:
Mi objetivo, en este caso, no es que escriba bien, si no simplemente que escriba. Que, como yo hacía, se siente cada día, por voluntad propia y haga memoria de lo que ha hecho. Yo ya le he explicado que es algo personal y que no se lo voy a corregir, solo lo supervisaré cuando ella lo crea oportuno.
Lo cierto es que no sé como saldrá, pero su actitud en los últimos meses ha mejorado muchísimo y tiene muchas ganas de aprender y de hacer cosas por sí misma, así que ya os iré contando que tal funciona este recurso.
Es muy importante que los niños y niñas se sientan queridos y valorados, cada pequeño pasado CUENTA. Tiene que contar.
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