Para los de Educación Física, para los de Música, para los de Pedagogía Terapeútica, para los de todo un poco...Para ti que educas y enseñas sin ser docente, pero lo haces mejor que muchos.
¡FELIZ DÍA DEL MAESTRO/A!
¡Buenos días! Siempre dudo de las noticias que me da Facebook, y por eso antes de escribir esta entrada he ido rápidamente a buscar información en la infalible Wikipedia...Sí bueno, vale que mi búsqueda deja mucho que desear, pero hoy es un día perfecto, igual que cualquier otro, para felicitar a todos y cada uno de nuestros maestros y maestras, que a lo largo de nuestras vidas nos han ayudado a aprender. Y es que...
No recuerdo un solo maestro/a que no me haya hecho aprender algo, para bien o para mal. Como todas las personas que pasan por nuestras vidas alguna vez, nos hacen aprender de las buenas y las malas experiencias, aunque por lo general lxs maestrxs tienen un don especial para hacernos aprender cosas buenas.
Durante mi etapa escolar, tuve la fortuna de tener a maravillosas tutoras que tenían que lidiar con clases numerosísimas y con algún compañero o compañera que valía el solito por 1000. Amparo, Marta, MªTeresa, Mercedes, Begoña... Ellas fueron mis primeras maestras, las más importantes, no por ser las mejores (que sin duda eran estupendas), si no por la etapa en la que entraron en nuestras vidas.
Luego llegó el final de primaria y el principio de secundaria, y llegaron los maestros, los hombres. Ni mejores ni peores, pero que también marcaron mi vida, Sergio, Javi... ¡Cuántos buenos y grandes consejos me dieron! Aunque entonces a lo mejor no los entendía, pero todavía recuerdo la mítica frase que nos decía Javi casi a diario..."Si tienes un problema y tienes la solución, ¿Para qué te preocupas? y si no la tiene...¿para qué te preocupas?" Si ahora así escrita a lo mejor no era exactamente así, pero el mensaje está claro y me viene a la mente cada vez que los problemas acechan.
El caso es, que como ya he dicho anteriormente, todos y cada uno de esos maestros y maestras, calaron en mí e hicieron que desde muy temprana edad, tuviera vocación de docente. Sí, lo típico que se dice de que pones a todos los muñecos para preguntarles la lección. Eso hacía yo. Aunque lo cierto es que tuve que vivenciarlo en la vida real para darme cuenta de ello, ¡y menos mal que me di cuenta!
Entre otras cosas, llevo ya más de 8 años impartiendo clases particulares. Y diréis, pues como la mayoría, todos empiezan así. Pues sí, y es algo de lo que me siento muy orgullosa, y con lo que he ido aprendiendo de mis errores, que no son pocos y hoy, después de contaros mi vida en verso...Voy a daos algunos consejos para aquellos que no han dado nunca clases particulares, como mi amiga Irene, y ahora se deben enfrentar a una tarea, que parece sencilla pero no lo es.
Primero hay que tener claro que solo existen dos tipos de niñxs que reciben clases particulares. Por lo general (hay excepciones) son niños y niñas que han recibido una buena educación, sino los padres y madres no se hubieran preocupado en buscarte a ti para que les ayudes. Entonces nos encontramos con niños y niñas que tienen alguna dificultad (bien podría ser derivada de alguna discapacidad o no) o niños y niñas que no tienen ninguna dificultad y que simplemente son vagos (que mal suena esa palabra...pero es real).
Para los niños y niñas con dificultades y/o necesidades educativas:
1. PACIENCIA. Y más cuando no tienes experiencia y te enfrentas de nuevas a un caso así.
2. INVESTIGA. A cerca de las dificultades que has detectado en el niñx y coteja las opciones más viables para solventarlas.
3. PRUEBA. Déjate guiar por tu instinto y no te rindas a las primeras de cambio, porque también es cierto que lo que sirve un día, puede que al siguiente deje de servir.
Para los niños y niñas sin dificultades:
1. CONÓCELO/A. Es de vital importancia que te ganes su confianza, pero también que le hagas entender que no estás ahí para servirlo, o en este caso para hacerle los deberes.
2. SORPRENDE. Muchas veces, estos niños y niñas son incapaces de darse cuenta de todo lo que saben o saben hacer...Muéstraselo.
3. MOTIVA. Aprovechando sus puntos fuertes, utiliza estrategias de refuerzo, hay miles de ejemplos en los libros (y en internet).
Sí, puede que en esta parte me haya quedado corta, pero se me estaba yendo de las manos la entrada y en algún momento tenía que parar, que al final os asustáis y no me leéis.
Prometo que una de mis próximas entradas la dedicaré precisamente a hablaros de como son las clases particulares que imparto actualmente, y que técnicas y materiales utilizo. Además buscaré un dossier que tengo elaborado para que lo podáis descargar (todavía no se cómo) o también os lo puedo enviar por correo sin problema.
"Si tienes un problema y tiene solución, ¿para qué te preocupas? Y si no la tiene, ¿para qué te preocupas?", qué gran frase. Yo también la recuerdo con cariño.
ResponderEliminarSeguiré tus consejos, sin duda hay que conocer a cada alumno para saber qué es lo que necesita.
Gracias :)
Gracias Irene, sé que lo vas a hacer genial en esta nueva etapa, como en todo lo que te propones :).
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